Zidane se movía con la armonía de un solo ser con el balón. Cada gesto suyo era pura maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con fuego interior. Sus pases eran de una perfección pasmosa, como https://zaynabumje193507.blog2learn.com/86084029/por-qué-materazzi-provocó-a-zidane